Análisis de Ciclo de Vida para tomar mejores decisiones

La presión sobre la industria está aumentando. Para hacer realidad una economía circular en todos los tipos de envases no sólo hay que consolidar buenas prácticas para lograr una producción más limpia y ecológica, sino que hay que hacer posible que los consumidores (y los propios responsables de compras de la cadena de valor) tomen decisiones con conocimiento de causa que contribuyan activamente a la transición de un modelo de producción y consumo lineal a uno circular. Y esto pasa por facilitar a los consumidores y responsables de compras una mejor información y dejar de lado, por el bien de todos, ciertas prácticas comerciales desleales como son las alegaciones medioambientales engañosas y el uso de etiquetas de sostenibilidad y herramientas de información poco fiables y poco transparentes.

El mercado de los envases plásticos se ha manifestado muy vulnerable a esas malas prácticas y los termoformados de PET están siendo sometidos a decisiones incoherentes y, no pocas veces, simplemente divergentes con la sostenibilidad y la lucha contra el calentamiento global. Pero ¿cómo es posible dotar de mejor información para poder elegir productos que sean realmente mejores para el medio ambiente? La respuesta está en la herramienta de Análisis de Ciclo De Vida (LCA por sus siglas en inglés), que es un método estandarizado a nivel internacional por la familia de normas ISO 14040 y que examina un conjunto de interacciones que un producto o servicio tiene con el medio ambiente y el impacto que deriva de esas interacciones. La herramienta considera todo el ciclo de vida, incluyendo la extracción y procesado de las materias primas, producción, distribución y uso (y por lo tanto, también su reutilización y mantenimiento), reciclaje y disposición final.

Es importantísimo que las empresas incorporen la herramienta de ACV en su toma de decisiones en cuanto a las mejora de sus procesos y sus productos y que trasladen al consumidor final alegaciones ambientales basadas en esos resultados, de modo que expresiones genéricas como ”eco”, “verde”, “amigo de la naturaleza”, “responsable”, etc. queden desterradas y la especificación de la alegación se facilite en términos claros y, en lo posible, cuantitativos. Y, por supuesto, exhibir etiquetas de sostenibilidad basadas en sistemas de certificación y así garantizar que la información es objetiva, verificable y con un sistema de verificación independiente.

El termoformador Envaplaster, como otras empresas de la cadena de valor de los envases termoformados de PET, ha dado este primer paso certificándose bajo el esquema Retray Proceso. Además, para facilitar que sus clientes puedan tomar mejores decisiones, ha encargado la realización de un análisis comparativo de una bandeja fabricada con rPET frente a otras soluciones de envasado que están surgiendo en el mercado como las bandejas de cartón con recubrimiento skin de PE o las bandejas de cartón con PET termoformado. En el webinar que se celebrará el próximo 18 de mayo, su director general Jorge San Juan y su director comercial Joaquín Canalejo nos comentarán los resultados obtenidos y consideraremos si, en última instancia, reemplazar una bandeja de PET por soluciones de envasado con materiales alternativos significa necesariamente la mejor acción frente al cambio climático o si, por el contrario, puede ser contraproducente y conllevar un mayor impacto ambiental.

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